lunes, 8 de agosto de 2011 | By: Circleliteratus

Jacobo Fijman...

Yo estaba muerto bajo los grandes soles, bajo
los grandes soles fríos.
A través de mi llanto
oigo el agrio sudor de la precocidad.
Yo vuelvo sobre un musgo
y las ciudades crecen a la aventura hasta la noche
del estupor.
Miseria.
Dios pesa.
Me llaman vientos de mar.
Van y vienen en grandes cambios; se alargan en
saltos irritados
que apagan mi temblor, que exasperan los sueños.
Jamás podré seguir.
Yo me veo colgado como un cristo amarillo sobre
los vidrios pálidos del mundo


0 comentarios:

Publicar un comentario