viernes, 12 de junio de 2015 | By: Circleliteratus

La fuga...




La fuga
un centenar de caminos descorridos
Una ceguera inmersa en la multitud
Todo aquello que es recuerdo y bizarras palabras
y quiero tener, pero está vacío
no es ni bueno, ni malo
acaso un tiempo perdido es tiempo vivido también
solo con un lazo para traerlo y cien camisas de fuerzas
para mantenerlo
agua mansa con rizos de ondas entre sí
quiero comerle los labios desconocidos de lejanía
También es tiempo de morir
dejar libre la hazaña
y este calor evaporándose tras los barrotes del alma...
ya no hay dolor
la compasión ha venido conmigo esta noche
hemos danzado con la música de lo que no vendrá
nunca más
no hay dolor...
he unido mis manos
cuando a puras hebras he trenzado sola, mi día



María Antonia Segarra
domingo, 7 de junio de 2015 | By: Circleliteratus

A María Antonia Segarra


Sus dedos presionan la goma del tintero
que tiñe de azul aquella idea que hace poesía.
Sus dos diamantes hacen descender rocíos
de la melancolía que habita en su alma,
y sus labios cantan los versos que admira la muerte.
Mis ojos, muy escondidos te admiran
cada vez que sentada allí construyes tu mundo,
y con tanto amor quedo envuelta
en el dulce cantar de tu poesía.
Mi herencia en vano no es.
Me enseñaste a buscar la belleza de la humanidad
y pude encontrar en los montes, libres
colores que adornan mi alma.
Eres fiera que cubres con tu pecho abrigo
la fragilidad de mi inocencia
y si de algo padeciera yo, tu pasión de madre arrancaría
las entrañas a Dios con su clamor.
Mi carácter proviene del misterio de tu corazón,
del misterio de tu mirada y
de la tempestad de tu ser.
Con mi voz brava, asciendo escenarios, y con tu drama,
que es mío también.
Ella, María Antonia Segarra

Thaís González-Peña