domingo, 31 de julio de 2011 | By: Circleliteratus

Libro - La Pianista - Elfriede Jelinek



Premio Nobel 2004

Ya más adelante estaremos conversando de esta controversial mujer... de pie!
sábado, 30 de julio de 2011 | By: Circleliteratus

El Buko...

"If you're going to try, go all the way. Otherwise, don't even start. This could mean losing girlfriends, wives, relatives and maybe even your mind. It could mean not eating for three or four days. It could mean freezing on a park bench. It could mean jail. It could mean derision. It could mean mockery--isolation. Isolation is the gift. All the others are a test of your endurance, of how much you really want to do it. And, you'll do it, despite rejection and the worst odds. And it will be better than anything else you can imagine. If you're going to try, go all the way. There is no other feeling like that. You will be alone with the gods, and the nights will flame with fire. You will ride life straight to perfect laughter. It's the only good fight there is."

Charles Bukowski (Factotum)

A Final...

Con este eco terrible abrazo la nada, el único lugar habitable
para nosotros y he de sabernos aun cuando la mirada del horizonte
nos venga desollada fuera de la tierra... y es la vida que parpadea en el
amanecer y acuno tus deseos como pequeños niños, con la sonrisa
quebrantada y solo una imagen, tal vez no sea una imagen o quizás seas esa
masa uniforme que atraviesa el pliegue del tiempo y quiero ver,
arropado como un muerto pequeño con sus preguntas en las manos arrugadas
con borrosas letras... me tomas la vida como un pañuelo azul y la dolorosa oración
del ateo se limpia las lágrimas llenas de fe en él, tan febril al deseo y aun así
hoy y mañana y en la futura muerte no acabaré resignada bajo tus muros de acero,
no traeré conmigo las virutas del templo, estaremos solos, sepultados
llenos de frio y con las bocas rosadas...

El silencio será suficiente...

María Antonia Segarra
viernes, 29 de julio de 2011 | By: Circleliteratus

"Yo soy una escritora, no vale la pena decir nada mas"... Margarite Duras

“La escritura se vuelve salvaje. Se alcanza un salvajismo ante la vida y se la reconoce siempre, el de los bosques, el salvajismo ancestral como el tiempo; el del miedo a todo indistinto e inseparable de la vida misma.
“Es muy duro escribir como yo escribo. Literalmente me hago polvo”
Se combate con saña, no se puede escribir sin la fuerza del cuerpo, hace falta ser fuerte para escribir, hay que ser más fuerte que lo que se escribe” ...


Margarite Duras

miércoles, 27 de julio de 2011 | By: Circleliteratus

Antonin Artaud - La Tara Tóxica

Evoco el mordisco de inexistencia y de imperceptibles cohabitaciones. Venid, psiquiatras, os llamo a la cabecera de este hombre abotagado pero que todavía respira.

Reuníos con vuestros equipos de abominables mercaderías en torno de ese cuerpo extendido cuan largo es y acostado sobre vuestros sarcasmos. No tiene salvación, os digo que está INTOXICADO, y harto de vuestros derrumbamientos de barreras, de vuestros fantasmas vacíos, de vuestros gorjeos de desollados.

Está harto. Pisotead, pues, ese cuerpo vacío, ese cuerpo transparente que ha
desafiado lo prohibido. Está MUERTO. Ha atravesado aquel infierno que le prometíais más allá de la licuefacción ósea, y de una extraña liberación espiritual que significaba para vosotros el mayor de todos los peligros. ¡Y he aquí que una maraña de nervios lo domina!

Ah medicina, aquí tenéis al hombre que ha TOCADO el peligro. Has triunfado, psiquiatra, has TRIUNFADO, pero él te sobrepasa. El hormigueo del sueño irrita sus miembros embotados. Un conjunto de voluntades adversas lo afloja, elevándose en él como bruscas murallas. El ciclo se derrumba estrepitosamente. ¿Qué siente? Ha dejado atrás el sentimiento de sí mismo. Se te escapa por miles y miles de aberturas. Crees haberlo atrapado y es libre. No te pertenece.

No te pertenece. DENOMINACIÓN. ¿Hacia dónde apunta tu pobre sensibilidad? ¿A devolverlo a las manos de su madre, a convertirlo en el canal, en el desaguadero de la más ínfima confraternidad mental posible, del común denominador consciente más pequeño?

Puedes estar tranquilo: ÉL ES CONSCIENTE.

Pero es el Consciente Máximo.

Pero es el pedestal de un soplo que agobia tu cráneo de torpe demente pues él ha ganado por lo menos el hecho de haber derribado la Demencia. Y ahora, legiblemente, conscientemente, claramente, universalmente, ella sopla sobre tu castillo de mezquino delirio, te señala, temblorcillo atemorizado que retrocede delante de la Vida-Plena.

Pues flotar merced a miembros grandilocuentes, merced a gruesas manos de nadador, tener un corazón cuya claridad es la medida del miedo, percibir la eternidad de un zumbido de insecto sobre el entarimado, entrever las mil y una comezones de la soledad nocturna, el perdón de hallarse abandonado, golpear contra murallas sin fin una cabeza que se entreabre y se rompe en llanto, extender sobre una mesa temblorosa un sexo inutilizable y completamente falseado, surgir al fin, surgir con la más temible de las cabezas frente a las mil abruptas rupturas de una existencia sin arraigo; vaciar por un lado la existencia y por el otro retomar el vacío de una libertad cristalina.

En el fondo, pues, de ese verbalismo tóxico, está el espasmo flotante de un cuerpo libre, de un cuerpo que retorna a sus orígenes, pues está clara la muralla de muerte cortada al ras y volcada. Porque así procede la muerte, mediante el hilo de una angustia que el cuerpo no puede dejar de atravesar. La muralla bullente de la angustia exige primero un atroz encogimiento, un abandono primero de los órganos tal como puede soñarlo la desolación de un niño. A esa reunión de padres sube en un sueño la memoria, rostros de abuelos olvidados. Toda una reunión de razas humanas a las que pertenecen estos y los otros.

Primera aclaración de una rabia tóxica.

He aquí el extraño resplandor de los tóxicos que aplasta el espacio siniestramente familiar.

En la palpitación de la noche solitaria, aquí está ese rumor de hormigas que producen los descubrimientos, las revelaciones, las apariciones, aquí están esos grandes cuerpos varados que recobran viento y vuelo, aquí está el inmenso zarandeo de la Supervivencia. A esa convocatoria de cadáveres, el estupefaciente llega con su rostro sarnoso. Disposiciones inmemoriales comienzan. La muerte tiene al principio el rostro de lo que no pudo ser. Una desolación soberana da la clave a esa multitud de sueños que sólo piden despertar. ¿Qué decís vosotros?

¡Y todavía pretendéis negar la importancia de esos Reinos, por los cuales apenas comienzo a marchar!

Antonin Artaud




Su voz...

Antonin Artaud - Correspondencia de la Momia...




De Pie!
lunes, 25 de julio de 2011 | By: Circleliteratus
domingo, 24 de julio de 2011 | By: Circleliteratus

Entre Paul Celan y Ingeborg Bachmann

Una admiración un deseo constante, un verse en el otro y justificarse la carne, eso fueron, una relación que duró para siempre a pesar de construirse y ambos autodestruirse... en una conferencia de prensa Bachmann habla de su amado... "esas oscuras palabras fúlgidas, que eran un viaje hasta el fin de la noche. Y ese Yo, en sus poesías, renuncia a un proyecto poderoso, a una autoridad prepotente, que obtiene una autoridad al no pedir nada para sí… de repente, por la estrecha limitación, le es posible decir algo, muy directo, sin claves. Le es posible porque dice de sí que va al lenguaje herido de realidad y buscando la realidad con su existencia".


No obstante ella se refiere a todo lo demás bajo el amparo de uno de sus poemas "Estrechamiento"


Una
estrella
cierto que aún tiene luz.
Nada,
nada se ha perdido.

El se suicidó tirandose al Sena... ella, ella... en su último cigarrillo, pensando tal vez en su agonía interna, en él o en la vida... la venció el sueño o la muerte, jamás lo sabremos en realidad, jamás se aclaró su muerte en definitiva...

(...)

Ingeborg Bachmann... En la penumbra

De nuevo metemos los dos las manos en el fuego,
tú, para el vino de la noche largamente embodegada,
yo, para la fuente de la mañana, que desconoce los lagares.
Aguarda el fuelle del maestro, en quien confiamos.

Al sentir el calor de la preocupación, el soplador se acerca.
Se va antes de que amanezca, viene antes de que llames, es viejo
como la penumbra en nuestras tenues cejas.

De nuevo, él prepara el plomo en caldera de lágrimas,
a ti, para un vaso -se trata de celebrar lo desaprovechado-,
a mí, para el pedazo lleno de humo -este se vacía sobre el fuego.
Así avanzo hasta ti y hago sonar las sombras.

Descubierto está quien ahora vacile,
descubierto, quien haya olvidado el dicho.
¡Tú no puedes ni quieres saberlo,
tú bebes del borde, donde está fresco,
y como antaño, bebes y permaneces sobrio,
a ti aún te crecen cejas, a ti aún te contemplan!

Pero yo ya aguardo el momento
en amor, a mí se me cae el pedazo
en el fuego, a mí se me convierte en el plomo
que era. Y detrás de la bala
estoy yo, tuerta, segura del blanco, delgada,
enviándola al encuentro de la mañana.

Esdras Parra...

Aquí no espero nada y es como si dijera
todo
doy un paso sobre esta ceniza
para justificarme, para extender
mi oscuro rumor dentro de mi sangre
y llevar la tierra hacia ningún lugar
con el tiempo intacto y apretado
a mi alrededor
y esta clave, la claridad que encierra
mi caparazón
hecha del mismo hueso.

****************************************************************

Voy por el camino hacia la ciudad de las grandes migraciones, acosada, inmóvil, maníaca.
Qué se puede esperar de esta efervescencia de granito,
con calles por donde se desliza la brusquedad de las estaciones y de los cielos inmensos.
Ha sido construida a fuerza de imaginación sobre la página en blanco. Oh ciudad,
qué secreto te aguarda, qué tesoro te alimenta como una llama bajo la chimenea.
De algún modo, el sol forma parte de tu albañilería y prolonga tu desgaste.


*********************************************************

¿Sobre qué muros apoyaré mi cabeza?
Mi memoria no retiene aún la imagen de esa
casa cerrada prestada al abismo
un botín arrancado a mi ilusión
ahora me apodero de su gracia
mis brazos no tienen fin

¿qué significa para mí el silencio, la apretada mordaza?

lo imprevisible no es presa fácil
enfrento, como siempre, una nueva máscara.



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Uno de los primeros transgéneros que vivió la ciudad de Caracas, una poeta valiente, escueta y enfrentada a la verdad... su verdad!... de pie!

Valiente y destacada su frase: "No le pido a nadie que me comprenda, pero no le permito a nadie que me irrespete"

domingo, 17 de julio de 2011 | By: Circleliteratus

A Mi Mujer... Umberto Saba



Eres como una joven
una blanca gallina.
Se le ahuecan las plumas
al viento, el cuello inclina
para beber, rasca en la tierra;
pero al andar tiene el lento
paso tuyo de reina,
va marcando la hierba,
opulenta y soberbia.
Ella es mejor que el macho.
Ella es como todas
las hembras de todos
los serenos animales
que acercan a Dios.
Así, si mi mirada o si mi juicio
no me engañan, tu igual está entre ellas
y no en otra mujer.
Cuando la noche duerme,
las polluelas
producen voces que recuerdan esas
dulcísimas con las que de tus penas
te quejas, sin saber
que tu voz tiene la misma suave y triste
música del gallinero.
Eres como una grávida
ternera,
libre todavía y sin
pesadumbre, incluso alegre;
si la acaricias, el cuello
vuelve, donde un rosa
tierno tiñe su carne.
Si la encuentras y mugir
la oyes, es tan quejoso
ese sonido, que hierba
arrancas para hacerle un don.
Es así como te ofrezco
mi don cuando eres triste.

Eres como una perra
buena, que tiene siempre
tanta dulzura en los ojos
y crueldad en el alma.
A tus pies, una santa,
parece que arde
en un indomable fervor,
y así te contempla
como a su Dios y Señor.
Cuando en casa o por la calle
te sigue, a quien sólo intente
acercársete, los dientes
cándidos le enseña
y entonces su amor sufre
de celos.

Eres como la pávida
coneja. Dentro de la estrecha
jaula, al verte se levanta
rígida,
y hacia ti sus orejas
altas y firmes extiende;
si las sobras y los rábanos
le llevas, sobre ellos
se acurruca y busca
los ángulos oscuros.

¿Quién podría ese alimento
arrebatarle? ¿Quién, el pelo
que se arranca del dorso
para añadirlo al nido
donde ha de parir?
¿Quién hacerte sufrir?

Eres como la golondrina
que vuelve en primavera.
Pero en el otoño parte;
y tú no tienes este arte.
Tú tienes esto de la golondrina:
ademanes ligeros;
esto que a mí, que me sentía y era
viejo, me anunciaba otra primavera.

Eres como la prudente
hormiga. De ella, cuando
salen al campo,
habla la abuela al niño
que la acompaña.
Y también en la abeja
te encuentro, y en todas
las hembras de todos
los serenos animales
que acercan a Dios;
y en ninguna otra mujer.

Invierno -Umberto Saba

Es noche, invierno ruinoso. Tú alzas
un poco los visillos, miras. Vibran
tus cabellos salvajes, la alegría
te dilata de pronto el ojo negro;

pues lo que tú has visto
-era una imagen del fin del mundo-
te conforta y hace
cálida y suave tu alma más hundida.

Un hombre se aventura por un lago
de hielo, bajo una lámpara torcida.
jueves, 7 de julio de 2011 | By: Circleliteratus

Tengo Miedo... Pablo Neruda

Tengo miedo. La tarde es gris y la tristeza
del cielo se abre como una boca de muerto.
Tiene mi corazòn un llanto de princesa
olvidada en el fondo de un palacio desierto.

Tengo miedo. Y me siento tan cansado y pequeño
que reflejo la tarde sin meditar en ella.
(En mi cabeza enferma no ha de caber un sueño
así como en el cielo no ha cabido una estrella.)

Sin embargo en mis ojos una pregunta existe
y hay un grito en mi boca que mi boca no grita.
No hay oído en la tierra que oiga mi queja triste
abandonada en medio de la tierra infinita!

Se muere el universo, de una calma agonía
sin la fiesta del sol o el crepúsculo verde.
Agoniza Saturno como una pena mía,
la tierra es una fruta negra que el cielo muerde.

Y por la vastedad del vacío van ciegas
las nubes de la tarde, como barcas perdidas
que escondieran estrellas rotas en sus bodegas.
Y la muerte del mundo cae sobre mi vida.



Espejo...





Hay una noche,
un tiempo hueco, sin testigos,
una noche de uñas y silencio,
páramo sin orillas,
isla de yelo entre los días;
una noche sin nadie
sino su soledad multiplicada.

Se regresa de unos labios
nocturnos, fluviales,
lentas orillas de coral y savia,
de un deseo, erguido
como la flor bajo la lluvia, insomne
collar de fuego al cuello de la noche,
o se regresa de uno mismo a uno mismo,
y entre espejos impávidos un rostro
me repite a mi rostro, un rostro
que enmascara a mi rostro.

Frente a los juegos fatuos del espejo
mi ser es pira y es ceniza,
respira y es ceniza,
y ardo y me quemo y resplandezco y miento
un yo que empuña, muerto,
una daga de humo que le finge
la evidencia de sangre de la herida,
y un yo, mi yo penúltimo,
que sólo pide olvido, sombra, nada,
final mentira que lo enciende y quema.

De una máscara a otra
hay siempre un yo penúltimo que pide.
Y me hundo en mí mismo y no me toco.

Octavio Paz

La Revelación Poética... (Fragmento)

La poesía nos abre la posibilidad de ser que entraña todo nacer; recrea al hombre y lo hace asumir su condición verdadera, que no es la disyuntiva: vida o muerte, sino una totalidad: vida y muerte en un solo instante de incandescencia...

Del Libro - El Arco y La Lira de Octavio Paz...
martes, 5 de julio de 2011 | By: Circleliteratus

Libro - Antonio Tabucchi - Se esta haciendo cada vez más tarde

Clarice Lispector - Amor

Saudade - Clarice Lispector

"Saudade es un poco como el hambre. Sólo ocurre cuando se come la presencia. Pero a veces la saudade es tan profunda que la presencia es poco: se quiere absorber a la otra persona toda.
Estas ganas de uno ser el otro para una unificación completa es uno de los sentimientos más urgentes que existen en la vida".

(...)

Carta a Ophelia - Fernando Pessoa

26 de septiembre de 1929

Ophelinha pequeña:

No sé si me quiere, pero voy a escribirle esta carta por eso mismo. Como me dijo que mañana evitaría verme entre las cinco y cuarto y las cinco y media en la parada del tranvía que no es de allí, allí estaré exactamente. Sin embargo, como se da la circunstancia de que el Sr. Ingeniero Álvaro de Campos tiene que acompañarme mañana durante gran parte del día, no sé si será posible evitar la presencia –por lo demás agradable– de ese señor durante el viaje a ciertas ventanas cuyo color ahora no recuerdo. El viejo amigo al que me acabo de referir, tiene además algo que decirle. Se niega a darme cualquier explicación de lo que se trata, pero espero y confío que, ante su presencia, tendrá ocasión de decirme, o decirle, o decirnos, de qué se trata. Hasta entonces permanezco silencioso, atento e incluso expectante. De modo que hasta mañana, boquita dulce, Fernando.


(El único amor que se le conoció al poeta... en sus 47 años...)
viernes, 1 de julio de 2011 | By: Circleliteratus